Contemplación Semanal #21 / ACTUALIZANDO NUESTRO ABORDAJE DE ANARTHA-NIVRITTI

Durante las últimas ya tres semanas, me encuentro teniendo la chance de viajar junto a Sripad B. R. Svami Maharaja en diversas áreas de Europa, intentando honrar prasada, satsanga, darsanay hari-kirtanajunto a los Vaisnavas y amigos locales. Habiendo ya finalizado una bendecida visita a España y un más que inspirador retiro de Gaudiya Vedanta Darsana en Bulgaria, y luego de también haber visitado sitios tales como Bosnia, Serbia y Croacia, la idea será continuar esta y las próximas semanas con nuevos encuentros en Austria, República Checa, Inglaterra, Alemania y finalmente Polonia. Pero siendo que el tema del escrito presente no es el de describir mis travesías por el Viejo Mundo y más bien sino compartir algunas reflexiones surgidas a partir del mismo, paso a continuación al tema central de esta Contemplación Semanal, el cual de todas formas estará ligado a esta breve introducción…

Siempre recuerdo una enigmática frase que Thakura Bhaktivinoda pronunció en una ocasión, en relación al hecho de uno salir de su tierra natal. Él dijo: “A menos que uno viaje al extranjero con el propósito de esparcir las glorias de Sri Gauranga, semejantes travesías únicamente resultarán en una contaminación de la consciencia”. ¿Interesante, cierto? Confieso que en diversas ocasiones he dedicado varias sesiones de mi pensamiento, tratando de descifrar el significado último de estas crípticas palabras. Y no pretendo clamar que haya llegado a su intención final, pero al menos siento haber recibido un fugaz vislumbre de todo ello, el cual intento compartir hoy aquí, analizando cómo al uno salirse de su entorno originario se verá expuesto a complejas y diversas constelaciones, y que solo abordando todo ello apropiadamente y en el marco de la diseminación divina, podremos salir ilesos (y más) de dicha experiencia.

Al uno visitar cualquier sitio (en especial por vez primera) con la intención de abordar a sus habitantes con el evangelio de Mahaprabhu en mano, inevitablemente uno comenzará a considerar necesarios componentes locales tales como la idiosincrasia del lugar y su psicología y tendencias, así como eventos del pasado que muy posiblemente hayan afectado el ADN de dicha área, creando así cicatrices e impactos en la imagen del propio ser que sus habitantes poseen, todo ello dando como resultado un tipo particular de identidad. Esto último se aplica especial y particularmente a países tales como los que me encuentro visitando actualmente (Europa Oriental), en donde diversas guerras y conflictos del pasado han afectado las naciones no solo a nivel económico y estructural, sino que también (y muy en especial) tales acontecimientos han sabido generar todo un fenómeno en cuanto a dicotomía, en lo que es el propio sentido de sí mismo en cuanto a pertenencia: por ejemplo, quien hoy es croata tiempo atrás fue yugoslavo, y durante la Segunda Guerra Mundial fue por otro lado parte de otra diferente desginación, el Estado Independiente de Croacia (lo cual era algo diferente de la Croacia actual). En otras palabras, existen personas que en una sola vida han cambiado al menos tres veces de país de origen, cada cambio implicando variantes culturales e incluso enfrentamientos con sectores que previamente eran parte de una misma nación, y todo un sinfín de elementos que, como mínimo, los designaría “existencialmente desconcertantes”.

Menciono todo esto en sumo resumen pues como dije, a la hora de abordar a una sola persona, estamos en verdad enfrentándonos con toda una generación allí presente, y más de una diría yo, en donde se encierran y laten multitud de eventos pasados y presentes que, conciente o inconcientemente, afectan nuestra forma de percibir el mundoy aquel entorno que nos rodea. Por lo que si deseamos obviar todos estos detalles y simplemente “ir directo al alma” a la hora de enfrentar una audiencia, no necesariamente tendrá éxito nuestro proyecto. Desde ya, si alguien tiene semejante capacidad y emponderamiento de seguro podrá hacerlo, pero seamos también realistas a la hora de reconocer el cómo muchas de las tribulaciones dentro del proyecto espiritual tienen que ver con asuntos de identidad aún no resueltos, los cuales necesitan de su debida atención para desde allí y solo allí trasladarnos adecuadamente a lo que será nuestra identidad intermedia, y eventualmente final: es así como llegamos al título de este ensayo, buscando integrar el concepto de anartha-nivrittia lo que son cuestiones de carácter existencial y generacional, que debemos saber desglosar en nuestra etapa como sadhakas.

Un aspirante a la perfección espiritual es catalogado como sadhaka, lo cual se refiere a una ex-alma condicionada (nitya-baddha) quien aspira a reemplazar sus anadi-karma-samskaras(impresiones mundanas sin inicio) poranadi-siddha-samskaras(impresiones perfectas sin inicio -a descender desde lo eterno-). Así, para alcanzar semejante etapa deberemos estar listos para atravesar un sinfín de paisajes internos que no durarán por siempre, pero que deberemos saber visitar y abandonar a su debido tiempo. A esto llamo hoy aquí anartha-nivritti: saber cuándo visitar tales escenarios, pero también saber cuando pasar al siguiente. En otras palabras, anartha-nivrittiserá una experiencia de purga tanto burda como más y más sutil en última instancia, la cual prácticamente nos acompañará hasta la meta de nuestras vidas, constantemente invitándonos a re-configurar y actualizar nuestra propia posición, buscando abrazar aquella transparencia justa que corresponda con cada capítulo de nuestro progreso.

De esta forma, ser sadhaka significará estar permanentemente dispuestos a ser transfigurados por la purificación, alcanzando cada día una nueva y más digna expresión de nuestra identidad, pero para ello abordando cualquier asunto no resuelto aún pendiente, ya sea a nivel generacional, cultural o existencial. Y dicha transición no se dará en cimientos de blanco y negro, sino en una infinidad de matizados grises: siendo que trascendencia implica en verdad integración, nuestra identidad última será entonces un resultado de haber integrado apropiadamente cada capítulo de nuestras identidades previas, en una síntesis más y más dignificante. Y la transición no solo será entre el ser sadhakasy siddhas, sino entre haber sido nitya-baddha-jivasy ser ahora sadhakas(lo cual en parte implica justamente el seguir siendo baddha-jivasen cierto nivel -sobre todo al comienzo-). Para trascender nuestra presente condición tendremos ante todo que aceptarla tal y como es, y solo a partir de allí comenzar el trabajo de trascendencia/integración.

Nos encontramos hoy allí donde tenemos que estar hoy, para así lograr mañana estar donde tendremos que estar, y eventualemente posicionarnos a largo plazo en nuestra estadía eterna: el saber reconocer, aceptar y establecer nuestras metas y realidades a corto, mediano y largo plazo será entonces otra forma de hablar de anartha-nivritti. Este anartha-nivritti no representará entonces una práctica en sí misma, sino más bien una manera en particular de acercarnos a la práctica (bhajana-kriya) en sí, estando especialmente conscientes de qué elementos requieren ser superados en este momento en particular. Como una vez dijo un querido devoto, “si quieres tener una realización en tu canto/práctica, simplemente presta atención a qué necesitas trascender en este momento, y ora por aquella misericordia que sea proporcionalmente necesaria a la dimensión de dicho obstáculo, y que te permita superarlo”.

Algunas personas preferirán concentrarse de forma exclusiva en el cultivo positivo de la práctica espiritual, confiando en que por ello todo lo negativo desaparecerá a su debido momento. Mientras que esto es real en cierto nivel, dicho resultado en general llegará cuando nosotros hagamos nuestra propia parte, la cual en cierto sentido será despertar a aquello que necesitamos integrar más maduramente en nosotros, y EN ESE CONTEXTO abrazar la práctica de una forma en particular. Esto ha sido claramente establecido por Mahaprabhu en sus dos primeros versos del Siksastakam (al comenzar describiendo la urgencia de limpiar el espejo de nuestra mente), por Visvanatha Cakravarti en su Madhurya Kadambini (al reconocer anisthita-bhakticomo parte del proceso) así como por Thakura Bhaktivinoda, al él “subtitular” la matanza que Krishna ejecuta de diversos demonios como algo representativo de aquellos anarthasa erradicar, antes de uno sumergirse en asuntos devocionales aún más profundos.

Sin duda alguna que existirán anarthas (falsos valores) que aún no seremos capaces de reconocer en nuestro fuero interno, así como dimensiones desconocidas de aquellos anarthas que sí conocemos ya dentro de nosotros. Pero nada de esto quita que no debamos ofrecer nuestro más sincero sacrificio en reconocer aquello que se encuentra a nuestro alcance, desde ya en todo momento dependiendo de la gracia divina que llega a nosotros en la oportunidad de ocuparnos en sadhana, o práctica. De esta forma, más que compartir formulaicamente un tipo de ecuación axiomática universalmente aplicable a y exitosa en cada caso a la hora de atravesar este anartha-nivritti, he más bien intentado aquí extender algunas pocas ideas de cómo sobrellevar dicha etapa con la mayor dignidad y honestidad posible, permitiéndonos aceptarla como parte de la misma práctica con realismo y objetividad, pero a su vez con el debido idealismo y subjetividad correspondientes a nuestro ideal de vida y situación presente.

De forma mística y exacta, he terminado de escribir esta última línea habiendo arribado a la frontera entre Croacia y Eslovenia, rumbo a Austria: un nuevo destino que espera por fuera con sus respectivas y únicas constelaciones, todo ello reflejando aquello a seguir distinguiendo interiormente, hasta finalmente llegar algún día a todo aquello en lo que nos podemos convertir. Así, un nuevo abordaje de lo que es anartha-nivritti ha sido presentado, y un nuevo abordaje me espera a continuación en lo que es mi próximo destino de viaje. Bon voyaje!