Parte 2 de una serie de once capítulos por Swāmī Bhakti Praṇaya Padmanābha publicados originalmente en The Harmonist
Habiendo entendido la base de la práctica devocional, y especialmente cómo su comienzo mismo no depende de ningún otro factor que no sea el bhakti mismo, podemos desarrollar más este tattva sobre la base de la natural conclusión de que el bhakti proviene del bhakti, y que el mismo no es una sustancia subyacente dentro de la naturaleza del alma. Aunque nuestro artículo anterior podría presentar suficiente evidencia acerca de que el bhakti no es inherente a la jiva (siendo que ambos pertenecen a dos categorías diferentes de śakti-tattva)[i], aún así, dado que este tema no siempre se comprende del todo y tiende a generar varios malentendidos (los cuales comprometen nuestra asimilación y aplicación de la siddhānta, afectando sin duda el fruto final de nuestra práctica), es importante tomar las medidas necesarias para honrar estas verdades de manera adecuada. Es por esto que en este artículo y en los siguientes compartiremos varios enfoques que, con suerte, aclararán y arrojarán nueva luz sobre este tema fundamental.
Para empezar, debemos recordar que uno de los innumerables nombres de Śrī Kṛṣṇa es Ātmārāma o “auto-satisfecho”. Esta designación implica que él no necesita salir de sí mismo para experimentar ningún placer en absoluto[ii]. Más bien, él está exclusivamente dedicado a interactuar con su svarūpa-śakti, aquella energía personal que reside en el propio ser interno de Bhagavān[iii]. Por lo que si nosotros como jīva-śakti deseamos interactuar con Ātmārāma Śrī Kṛṣṇa para poder brindarle cualquier tipo de servicio placentero, entonces naturalmente necesitaremos la entrada de aquel mismo śakti que permite tal experiencia en el propio Bhagavān. Y dicho śakti es el svarūpa-śakti, también conocido como bhakti-śakti.
Śrīla Jīva Goswāmī nos lleva incluso varios pasos más allá de esta explicación (todavía general) de la devoción al afirmar que Śrī Kṛṣṇa disfruta mucho más del placer derivado de su interacción con bhakti (conocido como bhaktyānanda) que de aquel derivado de su propio ser (conocido como svarūpānanda)[iv]. En otras palabras, Śrī Hari experimenta el pico máximo de la bienaventuranza a través de su propia potencia interior dadora de placer, también conocida como hlādinī-śakti, cuya esencia está constituida por bhakti y se ve personificada en última instancia en la figura de Śrī Rādhā. Por lo tanto, no hace falta decir que el bhakti no puede referirse a ningún tipo de bienaventuranza inherente a la jiva, ya que el placer correspondiente al ānanda del alma (ātmānanda) es extremadamente diminuto y del todo incapaz de atraer y cautivar a Bhagavān, mientras que el bhakti, el cual es la esencia del svarūpa-śakti, es de hecho completamente capaz de hacerlo. En el Bhakti-sandarbha 142, Śrī Jīva Goswāmī confirma rotundamente este punto al afirmar que “el bhakti es el aspecto supremo de esta potencia interna llamada hlādinī-śakti.”[v]
Por lo tanto, ocuparse en bhakti significa, ante todo, colocarnos bajo la influencia del bhakti-śakti a través del proceso de rendición[vi]. Y en la medida en que aumentemos cada vez más nuestra entrega a los pies de los representantes de esta divina agencia (śrī guru, los Vaiṣṇavas, nāma, Bhāgavata, etc.), podremos recibir la gracia del bhakti y así incorporar en nuestra vida todos aquellos ingredientes que aun no se encuentran presentes en nuestra propia constitución. Y solo entonces, en la medida en que todo esto suceda, podremos decir que nuestro servicio finalmente se ha vuelto “devocional” y, por lo tanto, capaz de captar la atención de Ātmārāma Śrī Kṛṣṇa[vii]. Siguiendo esta línea de pensamiento, el bhakti no es algo que “hacemos nosotros mismos”. Por el contrario, dicha experiencia ocurre cuando nos sometemos a una energía divina específica que es superior a nuestra propia constitución inherente—en lugar de nosotros hacer bhakti, el bhakti en verdad “nos hace” a nosotros. No somos nosotros los que realizamos la devoción; más bien, es la devoción la que nos realiza[viii].
Mientras que una energía como māyā-śakti es una potencia inerte que necesita ser animada por las almas de este mundo, el svarūpa-śakti es la energía que anima la vida interior de Śrī Bhagavān mismo. Por lo tanto, esta energía no depende de nosotros para verse animada. Más bien nosotros dependemos de ella para recibir una animación espiritual genuina, lo cual eventualmente nos hará atractivos para Kṛṣṇa y, por lo tanto, nos permitirá dejar la animación ilusoria como un subproducto de ello. Bajo el refugio de esta energía inmaculada, nuestro verdadero potencial e identidad comenzarán a aparecer gradualmente. Y este es el tipo de bhakti (uttama-bhakti) que describe Śrī Rūpa Goswāmī y que Mahāprabhu otorgó al mundo con tanta generosidad.
En relación con los diversos tipos de componentes presentes en cada uno de los śaktis de Bhagavān, se nos explica que así como una jīva se compone de sat, cit y ānanda (cierto tipo de existencia, conocimiento y dicha)[ix], por otro lado, el svarūpa-śakti de Bhagavān está paralelamente compuesto de sandhinī, samvit y hlādinī los cuales, en comparación, serían algo así como súper-sat, súper-cit y súper-ānanda[x]. Es a través del sandhinī-śakti que Bhagavān mantiene su propia existencia y la de los demás; a través de su samvit-śakti, él tiene conocimiento sobre sí mismo y también se hace cognoscible para los demás; y, finalmente, a través de su hlādinī-śakti, Śrī Hari experimenta alegría y hace que otros también la experimenten[xi]. Estos tres aspectos son verdaderamente inseparables entre sí. Pero cuando el svarūpa-śaktise manifiesta, uno de ellos predomina y los otros dos permanecen en un segundo plano. Cuando predomina el sandhinī-śakti, la morada de Bhagavān y sus asociados “aparecen”; cuando predomina el samvit-śakti, se despierta la conciencia del adorador; y cuando predomina hlādinī-śakti, el amor por Dios se manifiesta[xii]. De esta forma, la naturaleza del bhakti es tan auto-manifiesta e independiente como la del mismo Śrī Kṛṣṇa. Teniendo esto en cuenta, podemos concluir que uno se ocupa en sādhana solo para hacer que su corazón se vuelva apto para el descenso divino de la devoción, que aparece por el propio deseo y voluntad del bhakti, atraído por nuestro llamado sincero.
Con respecto a la interrelación entre el jīva-śakti y el svarūpa-śakti, Swāmī B. V. Tripurāri comenta:
Este svarūpa-śakti es la energía principal de Śrī Kṛṣṇa, por lo que todos los demás śaktis se originan en este. El jīva-śakti es una manifestación parcial del svarūpa-śakti, y el māyā-śakti es una manifestación distorsionada de esta misma energía. Dado que la jiva es una expresión parcial de esta potencia interna, existe eternamente, puede conocerse a sí misma y tiene la capacidad de experimentar hasta la bienaventuranza de brahmānanda. Sin embargo, es sólo cuando la jiva entra en contacto con el svarūpa-śakti a través del guru-paramparā que puede realizar todo su potencial de existencia, conocimiento y felicidad. Este es un potencial que no está presente en el māyā-śakti, ya que todas las manifestaciones (incluido el conocimiento y el placer material) son relativas y transitorias, y estas últimas solo conducen a mayores niveles de sufrimiento. Por lo tanto, es sólo en conexión con elsvarūpa-śakti que el jīva-śakti tiene el potencial de experimentar una relación eterna con Kṛṣṇa, siendo este mismo una manifestación parcial del svarūpa-śakti.
Cuando el jīva-śakti entra en contacto con el svarūpa-śakti a través del paramparā, su potencial espiritual latente se despierta gradualmente. Este contacto es Kṛṣṇa mismo, quien se acerca a la jīva de la manera en que Bhagavān considera más apropiada, lo que resulta en que la jīva desee un tipo particular de relación con Śrī Hari en reciprocidad. A través de la conexión con śrī guru, la fe entra en nuestro corazón, esta fe siendo la propia realización de nuestro gurudeva, el apoyo y la base detrás del canto del Kṛṣṇa nāma y del Kṛṣṇa mantra que él o ella nos da, así como las bendiciones que él o ella nos da para cantar. Esta es la verdadera semilla del bhakti que es dada al discípulo por śrī guru. Esta semilla es algo así como una inversión inicial en una idea que uno puede tener para iniciar un negocio, que luego alcanzará su potencial a través de un mayor capital. Por lo tanto, con la inversión del svarūpa-śakti de Śrī Kṛṣṇa, la jiva se da cuenta de su potencial, descubriendo que lo que surge de allí es algo digno de consideración y distribución. De manera similar, al escuchar, cantar y ocuparse en los otros aṅgas del bhakti, la conciencia se purifica y la relación de uno con Kṛṣṇa comienza a manifestarse. Cuando el devoto finalmente se coloca de forma más intensa bajo la influencia del svarūpa-śakti, bhāva ilumina el corazón y su vida se vuelve de lo más significativa, en el más pleno sentido de la palabra[xiii].
En este punto es apropiado establecer la no diferencia entre los términos svarūpa-śakti y bhakti. En otras palabras, si estamos de acuerdo en que la jīva no posee svarūpa-śakti inherente pero al mismo tiempo decimos que el alma posee bhakti de forma inherente, entonces no hemos entendido que no podemos tener bhakti sin tener svarūpa-śakti. Ambos son inseparables[xiv]. En su Prīti-sandarbha (63), Śrī Jīva Goswāmī aclara aun más este punto al describir el hlādinī-śakti(uno de los tres componentes del svarūpa-śakti) como inherente a Bhagavān pero no a las jīvas:
¿Cuál es la ocasión que hace que el Señor se vuelva loco con su dicha? No es el gozo ilusorio del sattvamaterial de la filosofía Sāṅkhya, ya que las escrituras dicen que el Señor nunca queda dominado por māyā y que está satisfecho en sí mismo. Tampoco es la dicha del svarūpa del Brahman propuesto por los impersonalistas, ya que la misma no produce una condición tan extrema. No es la dicha de la jiva, ya que es muy escasa. . . . Por lo tanto, lo que queda como causa es el hlādini-śakti del Señor, la bienaventuranza de su svarūpa-śakti. Mediante ello el Señor experimenta la bienaventuranza de su svarūpa, y a través de esta bienaventuranza él se convierte en una persona bienaventurada. El funcionamiento de todo tipo de bienaventuranza intensa que pertenece al hlādini-śakti es colocado en los devotos, y recibe el nombre de prīti en relación al Señor. Esto debe inferirse cuando se hayan agotado todas las alternativas mencionadas anteriormente.
De hecho, algunas jīvas pueden tener bhakti inherente, pero solo si ya han adquirido bhakti-saṁskāras en nacimientos anteriores a través de algún tipo de asociación[xv]. En su comentario al Bhakti-rasāmṛta-sindhu 3.2.77, Śrīla Viśvanātha Cakravartīpāda explica que la causa del bhāva que eventualmente surge en un sādhaka es sādhana o misericordia, ambos surgiendo a partir de sādhu-saṅga. Por el otro lado, la causa de la aparición de bhāva en los nitya-siddhas es lo que Viśvanātha llama anādi-siddha-saṁskāras o “impresiones devocionales perfectas que existen sin comienzo alguno”. Dado que los sādhakas no poseen esas impresiones inherentes, ellos pueden (y deben) obtener profundos bhakti-saṁskāras a través de sādhu-saṅga, así como de la práctica posterior que surja en dicha asociación. Śrī Viśvanātha confirma aun más este mismo punto en el sexto verso de su Rāga-vartma-candrikā, en donde declara que aquella codicia que califica a alguien para rāga-bhakti no es inherente a la jīvātmā, sino que proviene principalmente de la misericordia de los devotos de Kṛṣṇa. Además, él comenta que tal misericordia es de dos tipos: ādhunika o reciente (misericordia adquirida en esta vida) y prāktana o antigua (misericordia adquirida en vidas anteriores).
De esta manera, para nosotros podernos ocupar en bhakti primero necesitamos recibir los bhakti-saṁskāras requeridos (ya sea en esta vida o en las anteriores), los cuales descenderán a nosotros a través de sādhu-saṅga, y originalmente de los corazones de los eternos asociados de Bhagavān, los rāgātmikās, cuya constitución misma está hecha de anādi-siddha-bhakti-saṁskāras. Por lo tanto, la conclusión sigue siendo la misma—el bhakti no es inherente a la jiva sino que en realidad proviene del bhakti mismo, en el contexto de sādhu-saṅga[xvi]. Para afianzar aun más en este punto siddhāntico fundamental, concluimos este ensayo con dos versos bien conocidos del Caitanya-caritāmṛta que establecen esta verdad inequívoca:
Si hay fe debido a la compañía de santos y la devoción por Kṛṣṇa, el fruto de tal devoción será prema, y la vida material se extinguirá. Sin mahat-kṛpā (la gracia de las grandes almas), ninguna actividad puede contarse como bhakti. Qué decir de alcanzar a Kṛṣṇa, ¡ni siquiera la liberación de la esclavitud material será posible![xvii]
Continuará.
Notas
[i] Para una descripción clara de cómo el jīva-śakti es un śakti categóricamente diferente del svarūpa-śakti, véase el Caitanya-caritāmṛta 1.2.101–103.
[ii] Para más información sobre el tema de que Kṛṣṇa es ātmārāma, véase el Bṛhad-bhāgavatāmṛta 2.4.228.
[iii] Aunque hablamos en términos de Kṛṣṇa y su svarūpa-śakti interactuando entre ellos mismos, es igualmente importante tener presente el aspecto abheda (no diferente) de la ecuación acintya-bhedābheda, en relación con la cual Dios y sus energías son inseparables.
[iv] Prīti-sandarbha 63
[v] Para una elaboración detallada de este tema, véase este completo anuccheda.
[vi] En el Bhagavad-gītā 9.13, Kṛṣṇa describe principalmente a los mahātmās como estando bajo el refugio de su “naturaleza divina” o svarūpa-śakti. En este verso y en todo el Gītā, Kṛṣṇa utilizaa el término mahātmā exclusivamente para sus devotos y para nadie más. Por lo tanto, si ser un mahātmāimplica ser un devoto, y un devoto se refiere a alguien que se encuentra bajo el refugio del svarūpa-śakti, esto sugiere claramente que este śakti no es inherente a la jīvātma.
[vii] Para un análisis exhaustivo de este tema, véase https://harmonist.us/2019/11/beyond-ātmārāma-part-1-the-highest-reach-of-divine-dissatisfaction/.
[viii] Si bien esta expresión no elimina la participación individual en relación al cultivo del bhakti, sí enfatiza la importancia primordial de la prerrogativa del bhakti y el hecho de que el propio sādhana es principalmente ejecutado con la intención de atraer la gracia de la devoción, la cual manifestará aquello que no podemos generar por nosotros mismos. Aquella devoción en la que el practicante mantiene la posición egoísta de considerarse un hacedor o sujeto separado del “objeto” último (Bhagavān) se conoce más apropiadamente como “devoción dualista”, y cuando abandonamos esta identidad separatista, nos convertimos en instrumentos a través de cual el bhakti mismo fluye sin obstáculos.
[ix] Véase el Bṛhad-bhāgavatāmṛta 2.2.187
[x] Para más acerca del ānanda del jīva-śakti y del svarūpa-śakti, véase la parte 6 de esta serie.
[xi] Para obtener una descripción detallada del svarūpa-śakti y sus diferentes ingredientes y funciones, véase el Bhagavat-sandarbha 99.
[xii] Estos criterios podrían aplicarse de dos maneras: (1) como un momento más allá del tiempo en la vida amorosa de Bhagavān y su séquito eterno, y (2) durante la vida de un sādhaka. En el último caso, estos tres ya estarán presentes en un pequeño grado desde el comienzo mismo del sādhana, pero naturalmente se expresarán de manera más robusta en etapas avanzadas del sādhana como ruci y āsakti, y luego bhāva y prema.
[xiii] Esta y otras secciones importantes de esta serie se han extraído de un intercambio privado entre Swāmī B. V. Tripurāri, Hari-Rādhācaraṇa dāsa y otros Vaiṣṇavas.
[xiv] Del comentario de Śrīla Viśvanātha Cakravartī al Śrīmad Bhāgavatam 1.7.6 y 9.4.64, respectivamente: “Las características y pruebas del Señor, la jīva, māyā, el universo y su svarūpa-śakti llamada bhakti se explicarán claramente en el comentario sobre las oraciones de los Vedas (Śrīmad Bhāgavatam 10.87)” y “la forma madura de la función espiritual llamada misericordia existe en el bhakti dentro del devoto, ya que dicho bhakti es la esencia del cit-śakti”.
[xv] El Mahābhārata 12.348.73 dice: “Si Bhagavān Madhusūdana mira a una persona en el momento en que nace, esa persona debe entenderse como establecida en el auténtico ser (sāttvikaḥ) y cuya liberación está asegurada”. En referencia a esto, Śrī Jīva comenta en el Bhakti-sandarbha 180: “La mención de que una persona es liberada inmediatamente después de nacer por la misericordia de la mirada de Bhagavān debe entenderse como una referencia específica a alguien que ya recibió sat-saṅga en una vida anterior”. Él menciona algo similar en el Bhakti-sandarbha 179 al referirse a la historia de Piṅgalā, y al explicar el verso 11.8.34 del Bhāgavata así: “Incluso en el caso de la prostituta Piṅgalā, debe entenderse que ella debió haber estado bajo la influencia de sat-saṅga”. Śrīdhara Swāmī confirma este mismo punto en su comentario a este mismo verso del Bhāgavata.
[xvi] En su Krama-sandarbha, Śrī Jīva Goswāmī confirma aún más este punto al comentar sobre el Śrīmad Bhāgavatam 9.4.64, “La bienaventuranza del devoto es la esencia del hlādinī-śakti”.
[xvii] Caitanya-caritāmṛta 2.22.49, 51