EL SIGNIFICADO INTERNO DEL SANNYASA-ASRAMA & EL COLOR AZAFRÁN

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Como aspirantes al Gaudiya Vaisnavismo, naturalmente gran parte de lo que llevamos a cabo como parte de nuestro sadhana encuentra su punto ideal de referencia en la figura de Sri Caitanya, no siendo el sannyasa-asrama una excepción a dicha regla. Mientras que tanto en la cultura védica antigua así como en el caso de otras sampradayas (Vaisnavas y no Vaisnavas) el sannyasa-asrama presenta diversidad de significados e implicancias, en el cultivo del bhakti todo ello es visto con renovada visión y una perspectiva única, tomados de la mano de Sriman Mahaprabhu y sus representantes.

En un sentido general y relativo, la orden de sannyasa constituye básicamente una instancia dentro del sistema socio-espiritual de varnasrama, en donde quien la acepta ocupa un determinado rol e influencia a nivel social, y a su vez dicho emblema facilita la expresión de una determinada naturaleza del practicante, más inclinada en este caso hacia la vida monástica, etc. Por otro lado, ha quedado claramente establecido en nuestro sendero que el sannyasa no es un requisito para la obtención del bhakti en ninguna etapa de la vida, y si alguien de todas formas considera entrar en dicha orden, todo ello será en servicio al bhakti, y no precisamente como una metodología que en sí misma tenga el potencial de gestar devoción por propia cuenta: en lugar de ello, la enseñanza de Sri Caitanya (basada en el Bhagavata) es que vairagya/desapego, no será otra cosa que uno de los tantos sub-productos del bhakti.

Por lo que en relación a Sri Gauragadeva podríamos decir que, en términos generales, su aceptación de sannyasa fue llevada a cabo como una estrategia relativa del momento para capturar la atención de la sociedad de dicha época, la cual naturalmente prestaría una mayor atención al ejemplo e instrucción provenientes de los labios de un monje renunciante, que de cualquier otra persona. Ahora bien, una siguiente pregunta que bien podríamos hacernos es la siguiente: ¿Existe algún otro fundamento, incluso aún más profundo, para justificar la aceptación de sannyasa por parte de Sri Krishna (en su forma como Sri Caitanya)? Esto es justamente lo que intentaremos responder en nuestras siguientes líneas.

Como bien sabemos, Gaura no es otro que Sri Krishna intentando vivir plenamente la experiencia de Sri Radha. Es por ello que en numerosas ocasiones, él es definido como una forma combinada de la Divina Pareja incluso desde su mismo nombre: “Gau” proveniendo de Govinda y “Ra” de Sri Radha, ambos combinados gestando la figura de Gaura. Así, mientras que Sri Caitanya descendió con un determinado propósito externo en cuanto a la redención de las jivas de Kali mediante el yuga-dharma, ante todo él se presenta intentando satisfacer tres propósitos centrales (los cuales como veremos también terminarán de hecho afectando su propósito secundario):

śrī-rādhāyāḥ praṇaya-mahimā kīdṛśo vānayaivā-

svādyo yenādbhuta-madhurimā kīdṛśo vā madīyaḥ

saukhyaṁ cāsyā mad-anubhavataḥ kīdṛśaṁ veti lobhāt

tad-bhāvāḍhyaḥ samajani śacī-garbha-sindhau harīnduḥ

“Con el deseo de comprender la gloria del amor de Rādhārāṇī, las cualidades maravillosas que Él posee, de las que solamente Ella Se deleita con Su amor, y la felicidad que Ella siente cuando comprende la dulzura del amor que Él siente hacia Ella, el Señor Supremo, Hari, ricamente provisto de las emociones de Rādhārāṇī, nació del seno de Śrīmatī Śacī-devī, tal como la Luna apareció del océano.” (Sri Caitanya Caritamrita, Adi-lila, 1.6)

Rasika Sekhara Sri Krishna es derrotado desde tiempo inmemorial por el amor de una pastora (quien experimenta algo desconocido para él) y de esta forma él anhela fervientemente capturar dicha experiencia, reteniendo al mismo tiempo su propia identidad única: y es justamente en Puri (y no en Navadvipa) donde Sri Gaura, como sannyasi, logra finalmente satisfacer estos tres deseos. De esta manera, Sri Krishna en su más gloriosa forma de Sri Caitanyadeva abandona sus actividades materiales en la forma de un renunciante pero…¿qué necesidad tuvo él de aceptar sannyasa? A continuación intentaremos explicar cómo debido al amor de Radha y a todo lo que ello genera en él, Sri Krishna se ve forzado a adoptar el sannyasa-asrama.

Un día en Yavat, Sri Radha deseó encontrarse con Sri Krishna y para ello envío a su mensajera Candramukhi de manera de coordinar dicho encuentro, quedando ambos en encontrarse en Gokula kuñja (Vraja), con Krishna mismo enviando una guirnalda para Radha a modo de confirmación. Así, las sakhis comenzaron a decorar a Sri Radha para semejante velada, luego preparando los más variados y sabrosos alimentos para ser compartidos en tal encuentro, y de esta forma a las 22 hs. ella estaba ya lista pero justo en ese mismísimo momento, su así llamado esposo Abhimanyu llega a la casa junto con su amigo Govardhana Mallika (el así llamado esposo de Candravali) diciendo que estaba hambriento, por lo que Jatila llama a Sri Radha para que cocine a ambos y Radha queda envuelta en todo un dilema, pensando y concluyendo en cocinar lo más rápido posible para luego ir donde Sri Hari.

Mientras tanto, Sri Krishna llegó al punto acordado de encuentro pero Sri Radha no estaba allí, aunque siempre ella es quien suele llegar primero. Por lo que mientras la esperaba, él pensó en hacer algo especial para su amada y así Krishna barrió el kuñja elegantemente y armó guirnaldas de flores y asombrosas decoraciones en el kuñja: caminos de flores, una cama de pétalos decorada con imágenes de grandes personalidades a ambos lados, entre otras cosas, mientras al mismo tiempo no dejaba de preguntarse por el paradero de Sri Radha, quien se encontraba sumida en una gran ansiedad en Yavat. Así finalmente, Sri Krishna decide ir a buscar a Sri Radha en diversos lugares mientras que dentro de su propio corazón, un gran sentimiento de separación emergía más y más.

Sri Hari regresó entonces al kuñja sin éxito y vio que Radha aún no estaba allí tampoco, por lo que él se disgustó, exhibiendo aquel clásico enfado que acompaña a los asuntos amorosos más íntimos. De esta forma Syamasundara pensó de la siguiente manera: “En definitiva, las mujeres son la fuente de todos mis problemas. He sido mordido por la serpiente venenosa del amor romántico y aunque pensé que este amor me haría feliz, lo único que me traído es un terrible dolor”. De esta forma Krishna consideró a este amor como un producto de maya-sakti, y decidió convertirse en brahmacari. Él así destrozó las bellas decoraciones que había hecho en el kuñja, y regresó a su hogar frustrado.

En paralelo Sri Radha continuaba preocupada a distancia, por lo que envió a una de sus sakhis donde Syamasundara y así ella fue pero no encontró a Sri Krishna, sino que más bien contempló una bella decoración destrozada por alguien desconocido, y a su regreso reportó de todo ello a Sri Radha, quien tuvo un indicio del trasfondo de dicha situación.

Mientras tanto al llegar a su propio hogar, Sri Krishna fue a su hogar directo a su cama a dormir y cuando al otro día Yasoda fue a despertar a Gopala, ella ante todo abrió las cortinas del cuarto (pues esto complace mucho a Krishna ya que le recuerda a Sri Radha) pero esta vez algo diferente acontecía, y así cuando Yasoda abrió las cortinas, Sri Krishna le pide que no las abra pues se sentía mal, y por ende planeaba quedarse en la cama dicho día. Al Yasoda llevarle su dhoti amarillo para que de todas formas se cambie (algo también querido a Sri Krishna pues ello le recuerda nuevamente a Radha) Krishna vuelve a decirle que no, comentando a su madre que ese día usaría el dhoti azul de Balarama. Finalmente Yasomati le trae diversos ornamentos dorados para decorar a su hijo, pero Sri Krishna se niega a aceptarlos y le dice que todo lo que sea dorado es malo, especialmente las personas doradas. Así, Sri Hari comenta a su madre que de allí en adelante él no deseaba ver nada dorado y ante las preguntas de Yasoda, Gopala menciona que al salir a pastorear él vería al Sol pero no lo miraría, y que los marcos de sus cuadros y demás detalles de su cuarto (todos ellos dorados) los pintaría de negro.

Mientras tanto en Yavat, Sri Radha se levanta y envía un mensaje secreto a su amado con una sakhi y al verla a ella, Sri Hari cubre sus ojos. Así, cada vez que dicha sakhi intentaba explayarse, Sri Krishna miraba hacia otro lado y de esta manera ella regresó donde Radha reportando los hechos, por lo que todos en Yavat, Vraja e incluso el universo quedaron tristes al no haberse gestado la unión de Sri Sri Radha y Krishna. Mientras tanto, personalidades como Paurnamasi y otros intentaron modificar el humor de Sri Hari pero al decirle “Radharani” él les hacía callar dicho nombre, y al luego ellas comenzaron a citar slokas del sastra que mencionan el nombre de Radha indirectamente, Sri Krishna evitaba entrar en contacto con tales sonidos.

Sri Radha por su parte cocinó bellas preparaciones para su Prananatha y las envió con Dhanistha, pero Krishna retiró todo ello y se dedicó a ayunar severamente por lo que al saber de esto último (y siendo que Sri Radha siempre come luego de él, aceptando únicamente los remanentes de su amado) ella también comenzó a ayunar, con su corazón roto y ambos en verdad sufriendo intensamente en separación.

Finalmente y considerando cómo reunir a Sus Señorías, las sakhis se acercaron donde Radha y le recordaron que así como Sri Krishna previamente prometió encontrarse con ella en el kuñja y al día siguiente él no había ido (diciendo que tuvo que matar diversos demonios pero a su vez él tenía marcas de lápiz labial en su rostro) y por ende Krishna mismo tuvo que decorarse en la forma de una mujer para así romper el mana (enojo) de Radha, de la misma forma, las sakhis esta vez recomendaron a Sri Radha aceptar en esta ocasión la ropa de un sannyasi. Así, Lalita quitó el sari azulado de su más querida amiga y en cambio le colocó un topi, tilaka, ató su cabello con un rodete en la parte superior de su cabeza, le entregó un kamandalu y toda la parafernalia típica de un tyagi.

Sri Radha salió entonces camino a Nandagrama, y mientras caminaba cantaba dulcemente “Om namo narayanaya” y así quienquiera que veía a este atractivo sannyasi enloquecía en el momento y lloraba al ver su belleza, dándole ilimitadas donaciones en el acto y pidiéndole iniciación. Al ella finalmente arribar donde Nanda, el portero allí pregunta por la identidad de este particular visitante y así él/ella dice que es “un mendigo que pedía caridad y que por ende diga a los dueños de casa que como renunciante él/ella tenía un voto especial por ser un sannyasi muy estricto” y así al oir esto, Yasoda aparece en escena y el sannyasi dijo que sólo aceptaría caridad de brahmacaris, a lo que Yasoda pensó “¡mi Gopala es brahmacari!”.

De esta manera Yasoda llamó a Gopala y le dijo que había un sannyasi muy bello y que debía verlo a lo que Krishna decía que no, pero Yasoda le menciona que si él no iba quizás el sannyasi les maldecía, y así Krishna finalmente accede y al verlo y no reconocerle él piensa “¡qué bello sannyasi!” e inmediatamente, luego de muchos días de intenso dolor, Sri Hari experimentó una alegría inmediata.

Cuando Sri Krishna indagó acerca de qué caridad deseaba este particular sannyasi, él/ella le dijo: “voy a pedir algo, pero antes debes prometer que lo que sea que yo pida, tú aceptarás dármelo”. Así, Krishna accede y el sannyasi le dice: “soy la hija del rey de Varsana y lo único que pido como caridad es que me entregues tu amoroso enfado”. Así, al Sri Krishna caer en cuenta de quién era dicho renunciante, ambos ambos a llorar de alegría extática, y luego de esto Krishna va donde Yasoda y le dice que dado que este visitante es un renunciante y no tiene dónde pasar la noche y era muy tarde ya, entonces sería apropiado que se quedase en su propio cuarto, ya que Krishna es un brahmcari y dicho sannyasi podía entrenarle como monje. De esta manera se genera la tan anhelada unión entre la Divina Pareja mediante eeste encantador lila. Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver con el significado interno del sannyasa-asrama de Mahaprabhu, y por ende de nuestra Gaudiya sampradaya?

Se nos explica que cuando Gaura fue a Bangladesh con Lokanatha Gosvami, ellos tuvieron una charla muy secreta y al Lokanatha decirle que sabía quién era Gaura y cuál era el propósito íntimo de su descenso, Gaura le confirmó diciendo: “cuando Radha siente separación de mí ella se pone ropa azafrán, y ella piensa en sí misma como siendo mi dasi. Ahora soy yo quien quiere hacer eso mismo, pues me vuelto un deudor de Sri Radha, y la única forma de pagar dicha deuda, es yo hacer lo mismo que ella ha hecho”. Este crucial punto que da origen a todo el gaura-lila es a su vez confirmado en un histórico sloka de Sri Krishna Dasa Kaviraja Gosvami:

rādhā kṛṣṇa-praṇaya-vikṛtir hlādinī śaktir asmād

ekātmānāv api bhuvi purā deha-bhedaṁ gatau tau

caitanyākhyaṁ prakaṭam adhunā tad-dvayaṁ caikyam āptaṁ

rādhā-bhāva-dyuti-suvalitaṁ naumi kṛṣṇa-svarūpam

“Las relaciones de amor de Śrī Rādhā y Kṛṣṇa son manifestaciones trascendentales de la potencia interna dadora de placer del Señor. Aunque Rādhā y Kṛṣṇa son uno en Su identidad, Se separaron eternamente. Ahora, esas dos identidades trascendentales Se han unido de nuevo, en la forma de Śrī Kṛṣṇa Caitanya. Yo me postro ante Él, que Se ha manifestado con el sentimiento y el color corporal de Śrīmatī Rādhārāṇī, aunque es Kṛṣṇa en persona.” (Sri Caitanya Caritamrita, Adi-lila, 1.5)

De hecho, algunos Vaisnavas mencionan que la razón por la que Radha usa azafrán (tal como Gaura mencionó previamente a Lokanatha) en separación de Sri Krishna, es debido a que en semejante momento ella llora incesamente, y dichas lágrimas caen en su pecho el cual a su vez se encuentra cubierto con kumkum (un polvo rojizo cuyo color indica raga, o un ferviente apego amoroso hacia su amado) y así al mezclarse ambos, dicha combinación se vuelve azafrán, siendo este el significado de dicho color dentro de nuestra línea: en otras palabras, el azafrán representa las lágrimas de Sri Radha en separación de Sri Krishna, y por ende el apropiado espíritu a cultivar en nuestro intento de relación con Sri Bhagavan.

De la misma forma, Gaura menciona entonces que para pagar su deuda él también usará dicho color, y también llorará. Este es el sorprendente signifcado del sannyasa-lila de Gaura, más allá del bahiranga-karana o causa externa del mismo (el cual es loka-siksa, o instruir a las masas acerca del yuga-dharma), pero el antaranga-karana (o causa íntima) es justamente la de él saborear el amor de Sri Radha. Es por ello que si deseamos comprender a Sri Caitanya, debemos comprender a Srimati Radharani y su respectivo humor, ya que este es el que inunda todo el ser interno de Sri Gauranga, y todo aquello que él intenta degustar y compartir en su extatica campaña de prema-sankirtana.

Y es justamente por ello que nosotros cantamos en japa krishna-nama y no gaura-nama: Krishna se ha vuelto un deudor y por ende él está viendo la forma de saldar dicha deuda, pues de la misma forma en que cuando uno en desesperación tiene que saldar una deuda y no tiene cómo hacerlo se vuelve un ladrón, similarmente Sri Hari termina robando el corazón de Sri Radha, y mediante dicho acto de hurto él busca reciprocar el amor de ella:

na pāraye ’haṁ niravadya-saṁyujāṁ sva-sādhu-kṛtyaṁ vibudhāyuṣāpi vaḥ

yā mābhajan durjara-geha-śṛṅkhalāḥ saṁvṛścya tad vaḥ pratiyātu sādhunā

“(Sri Krishna dice a las gopis en la cumbre del rasa-lila:) No soy capaz de pagar mi deuda por su servicio inmaculado, incluso dentro de lo que es una vida de Brahma. Su conexión con mi persona está más allá de todo reproche. Ustedes me han adorado cortando con todo lazo doméstico, los cuales son muy difíciles de romper. Por lo tanto, permitan que sus propios actos gloriosos sean su propia recompensa.” (Srimad Bhagavatam, 10.32.22)

Mientras que la única forma de pagar una deuda en dólares será abonando esa misma moneda, una deuda de amor se paga en moendas de amor. Y en el caso de Sri Krishna, su intento por saldar semejante adeudamiento de amor será intentando experimentar lo que su amada experimenta por él. No hay otra manera. Y es por ello que Gaura dice en el Caitanya Bhagavata que “si realmente me amas, sigue mis instrucciones”: canta el nombre de Krishna y no el de Gaura en japa. Pues japa implica sankhya-nama o recitar Sri Nama con cuentas: tal como alguien avaro cuenta su riqueza, de la misma manera nosotros contamos nuestras cuentas, para ayudar a Sri Krishna a saldar su deuda pendiente. Siguiendo esta concepción, nuestro canto de Sri Nama podrá ser considerado como seva a Sri Krishna en la forma de Gaura.

Gaura viene en el humor de las gopis y él mismo hace el tipo de kirtana que las doncellas de Vraja ejecutan, todo ello con la esperanza de él experimentar el amor de ellas y en especial de Sri Radha y así mediante ello intentar a su vez pagar su considerable deuda: este es el secreto del sannyasa-lila de Gaura, en donde Sri Hari acepta la orden de renuncia tal como Sri Radha lo hizo en su momento, derramando incesantes lágrimas de separación en Gambhira dentro de lo que es Puri, también conocido como vipralambha-ksetra, o el campo idóneo para cultivar el amor en separación. De esta manera, Sri Gaurangadeva enseñó mediante su propio ejemplo como adentrarnos en el más misterioso de todos los reinos (la unión con Sri Krishna) mediante el inmaculado humor de separación.

En conclusión, podríamos decir entonces que Sri Krishna ha venido a saborear el bhajana de Sri Radha en la forma de Sriman Mahaprabhu, y su movimiento tiene que ver con distribuir dicho amor, siendo esta su forma de saldar su más elevada deuda de amor al Gaura intentar hacer devotos para Sri Radha. Por lo que en nuestro intento de difusión del divino mensaje devocional, dicha campaña deberá ser idealmente conducida como un intento de servicio a Sri Gauranga, intentando hacer nuevos bhaktas de Sri Radha y así permitiendo a Sri Krishna disminuir su abultado impuesto de amor divino.

Sannyasa-asrama ki jaya!

Jaya Gaurahari!

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